viernes, 27 de marzo de 2009

Motivos y qué.

Por todas las veces que has podido mirarme a la cara y decirme que me quieres, no aplazar esto, no apagar el fuego que teníamos, las miradas, las sonrisas, las conversaciones espontáneas... porque me molesta mucho que nunca tomes la iniciativa en tu vida.
Por todas las veces que he querido darte un beso y tú te has alejado, porque no me tomas la mano cuando estamos juntos, porque, al parecer, te da verguenza estar conmigo, porque tengo la molesta sensación de que hay alguien más en tu cabeza...
Por todos los te quiero que no me has devuelto, por el gracias por ser mi amiga, por preguntarme si te quiero o no, cuando sabes que la respuesta siempre va a ser sí, por no invitarme a salir, por no comprarme el collar que quería y no acordarte de mi cumpleaños, por no ser el príncipe azul que yo quería que fueras...
Porque tengo muchísimas razones y excusas para darte, porque yo siempre sé inventar una más pesada que la anterior, porque me gusta mucho inventar, porque es la única manera que tengo para sacarte de mí y también por no querer salir de mí cuando quiero que te quedes en un rincón desolado de la memoria de alguien a quien no le moleste que no lo quieran como está queriendo o alguien más fácil de querer que yo, que tengo días buenos, días malos y días donde te vuelves mi única razón... No sé.
Por todas las cartas que he tenido que escribir, que tú sabes que son para ti, porque eres un estúpido, ególatra, mentiroso, molestoso y tienes un ojos muy bonitos y una boca que me encanta, porque no te ríes de mis chistes, porque pretendes ser algo que no eres, porque a veces no me respondes y tengo que presionarte para que sigas la conversación, porque sólo sabes hablar de algunas cosas, porque tienes mucho mundo para algunas y muy poco para otras, porque a veces siento que no sé quién eres en realidad...
Porque me encantas y no me tienes que encantar, porque te quiero tanto que soy capaz de omitir todas esas cosas y pegar un salto por la ventana para verte cruzando el cielo a las 6 de la tarde. Por todas esas cosas que te hacen ser quién eres... por lo que tengo que aguantarte... Por mí...

No hay comentarios: