viernes, 13 de marzo de 2009

Tu ne parles pas

Ahora veo..
Treinta y seis luces en el techo, ocho clavos en la pared, cuatro puertas; dos adelante y dos atrás. Por adelante, no puedo salir. No es que busque la manera de escapar. Sólo es una idea loca. Una alfombra gastada. Cuarenta y tres personas en la sala; uno se ha ido, seis son rubios.
Hay seis parlantes y por ninguno sale tu voz, doce tablas en frente, forrando la muralla. Muchas sillas vacías. Un hombre hablando, pero no a mí. Un ventilador apagado en la parte opuesta de la sala, no vuela mis pensamientos. Insisto, no es que me quiera ir. Un proyector, una pizarra, dos estúpidos, como yo, parados, mirando, omitiendo. Déjame sonreír aunque no entienda qué estás diciendo. Una mesa, dos sillas, muchas mentes, muchas palabras, pocas ideas. Un moderador de temperatura, cuatro interruptores, ocho lugares por donde podría llegar aire frío, seis por donde podría salir el aire caliente. No quiero hablar. Un olor que no es el tuyo, un lápiz que no es el mío, una papel que no me gusta, pero que me recuerda a aquél.
El hombre sigue hablando, yo no soy yo, basura colectiva, estupidez existencial, no te veo, no te toco, no te siento ,te omito, soy estúpida también. Treinta y seis focos en el techo, ocho clavos en la pared de madera, doce tablas, cuarenta personas; seis rubios, tres se han ido. Muchas palabras, pocas ideas. No quiero hablar... tú tampoco. Por eso callo.
Ahora veo... silencio.

No hay comentarios: