viernes, 17 de abril de 2009

Alas Rotas

Se murió porque a nadie le importaba su p*ta existencia, por consiguiente, estaba solo. Solo como el trigo medio muerto de la cosecha de la temporada pasada. Solo como la silla rota que se recostaba en la puerta podrida de la entrada por donde entró la última vez antes de no salir nunca más. Solo.
Se murió porque se había ido lo único que le importaba. Se murió porque las cosas son muy efímeras en la vida, porque lo que viene, también va, porque cuando se te acaban las ilusiones, no queda más que desvanecerse y fusionarse con la tierra.
Su cuerpo se descomponía en la mitad de la cocina con una vaso de jugo regado junto a su cabeza y una ausencia permantente colgando de su cabello. Los ojos en blanco miraban sus ideas borrándose y dirigiéndose todas a un solo lugar, tiñéndose de amarillo crepúsculo a medida que se dispersaban por el suelo para luego evaporarse.
Se murió porque estaba solo, porque ya no le importaba nada, porque cuando se levantó esa la mañana y miró por la ventana, no vio sino el vacío que había dejado su vaca, lo último que le quedaba, porque todo lo que viene, va... Se murió porque a naide le importaba un bledo su p*ta existencia!

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