jueves, 14 de enero de 2010

LeOdA.

Pero todo sigue siendo lo mismo... Y yo te hablo desde otro sitio, como desde un sueño del que no quiero despertar por ahora. Como desde una fantasía, como desde ese planeta bonito de palabras sin significado concreto. Yo no te hablo desde donde mi voz se esparce, te hablo en la distancia, como un eco, aunque sé que no me escuchas.
Y tú me miras desde otro sitio, como desde un sueño del que no sabes escapar. Como si no quisieras hablar conmigo, como si yo no existiera en tu mente y las palabras para ti no tuvieran peso. Tú no me miras desde donde te veo, me miras desde la ausencia, como una sombra, como un fantasma que me burla.
Y fingimos que nos queremos, que somos felices y que el tiempo sí tiene la capacidad de sanar todas las heridas. Convivimos con la esperanza de que el amor por convivencia existe y que luego de compartir tanto juntos, terminaremos por querernos, pero de a poco nos damos cuenta que las cosas no funcionan así. Tú finges que me quieres... yo finjo que me dejo querer.
Me miro y digo que esto tenía que ser distinto porque ahora estábamos destinados a ser felices... pero aparentemente yo no entiendo de felicidad y tú no entiendes de mis tristezas y mis complejos y prefieres guardarte esas palabras que me hacen adorarte. Me dejas pensando si extraño tu presencia o amo a tus ausencias... Me dejas pensando si te quiero por ser quien eres o por quererme de una manera tan abstracta... Me dejas deseando más tiempo contigo y odiando cada minuto en el que no te entiendo y te me pierdes... Me dejas colapsando mi autoestima y mi voz de cautela.
Me hablas y me juras que me quieres, pero no vienes y yo no te puedo sacar de mi cabeza. Es que no me hablas desde donde tu voz se esparce, sino desde otro sitio, como de un sueño del que no quiero despertar...como desde un planeta bonito de palabras sin significado concreto... como en tus miradas que son silencios, de silencios que me abrazan... porque yo no te miro desde donde me ves, triste ventana del alma, poeta de una película trillada, adorado tormento. Cliché que amo con cada pedazo de mi pobre existencia. Comprende que yo no te veo desde donde mi sombra te acorrala y te vuelve lo que quiero que seas para morfarme en algo nuevo para ti. Te veo desde donde me hablas, desde las canciones y los abrazos, desde tu mano en mi pecho, desde tu corazón latiendo tan fuerte que puedo escucharlo.. te hablo desde nuestro cariño forzado, que no quiero que malentiendas, pero es tan distinto que no puedo llamarlo tal cual lo siento y las sensaciones mágicas. No malentiendas, nunca había sentido nada así por nadie. Al final sí amo los amores platónicos... casi tanto como te Quiero a ti y eso compite dentro mío. ¿Sabías que en las batallas yo contra yo, siempre pierdo yo? Y pierdo tiempo de pensarte y pensar en los porcentajes de felicidad que me proporcionas cada día al robarme una sonrisa con el simple hecho de recordarte, en pensar que las cosas podrían no ir tan bien porque mis trastornos y mis vacíos son muy extraños y ajenos para ti. Tú llenas cada vacío y no me dejas tener miedo cuando estás cerca... Cuando te vas, aún amo los amores platónicos y spy terca y no me resigno a perder. El corazón tiene razones que la razón desconoce. Lo escuché y pensé en ti... y lo bien que podría estar todo si yo dejara de pensar tanto y de requerir saber que me quieres. No soy tonta; Sólo tengo miedo... miedo a caerme en una de tus lagunas, a no conocerte nunca, a que me conozcas demasiado. Tengo miedo a ir demasiado rápido y caerme a la vuelta porque yo no sé conducir. Miedo a que te canses de mi olor y mis latidos sean monótonos para ti también. Miedo a que no me entiendas y me escuches en esta tierra... así no funciona. Yo te hablo desde otro sitio, como desde un sueño. Dime tú si debo despertar... porque en mi mente, todo sigue siendo lo mismo.
**Si lo entiendes y aún me quieres, por favor, házmelo saber.

No hay comentarios: