sábado, 3 de enero de 2009

Ceniciento


Carta número 2:

Querido cadáver de amores muertos:

Hoy me decidí a quemarte. Así que, si algún día te preguntas por qué te sientes tan libre, ya sabes por qué es.
Mañana por la mañana, empezaré por las manos.. luego por los pies, seguiré por los ojos y así lentamente iré incinerando cada pedazo de tu cuerpo. Para cuando sean las seis (sí, tu número favorito) no quedarán sino restos ¿Te recuerda algo?
El Viernes a las nueve (sí, mi número favorito) te repartiré por la bahía que queda cerca de la que solía ser tu casa y para cuando te des cuenta habrás cumplido tu sueño.


Aprendamos a dejar de hablar dormidos ¿sí?

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