lunes, 12 de enero de 2009

Untertauchen

Te voy a mentir a la cara, de frente, como si me importara o como si te importara saber la verdad. Te diré todas las cosas que querías escuchar para que la caída duela más porque mientras más se quiere, más cuesta aceptar que nada es cierto. Gracias, en todo caso por quererme. Y a cada cosa que preguntes tendré respuestas, inventaré algo nuevo para mantenerte entretenido, para que no te alejes y así te apegues más. Cada día tendré algo que contarte, una historia larga que me haga ver como la persona que siempre quisiste, haré míos tus recuerdos para que aprendas a confiar en mí y me desees, me pienses, me sueñes, para que creas que estamos destinados, que somos uno, que en realidad soy la persona para ti y luego te cuestiones qué es realidad.
Te voy a mentir para que me veas, para que te comas el cuento y compres el producto. Y dudarás cada momento de por qué esto es tan perfecto, que algo tiene que estar mal porque bien sabes que los cuentos de hadas se extinguieron hace mucho, porque yo te lo enseñé una vez, porque quizás también es mentira y, sinceramente, nada de lo que sabes pertenece al orden lógico de las cosas. Y me creerás de tal manera que no sabrás después distinguir verdades y más te dolerá el día que te des cuenta que yo no soy yo, porque todas las cosas caen por su propio peso, nada dura tanto, menos si es algo bueno, es decir ninguna mentira es eterna.
Te voy a mentir a la cara, de frente, como si me importara o como si te importara saber la verdad, para que veas lo que se siente, para que no trates de mentir de nuevo, para que dejes de se tan falso y des la cara porque ambos sabemos que ninguno de los dos es bueno diciendo la verdad.

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