lunes, 19 de enero de 2009

Te conozco y es lo que más me molesta.


Hay tantas cosas que hace falta que digamos. Tantas que quisiera decirte, pero no me sale porque soy demasiado conciente. Siemplemente porque yo no soy así y tú sabes que no soy así porque también eres como yo en muchas cosas. Quizás por eso estamos juntos todavía o por eso estamos así, decayendo cada día como el sol por la tarde. Sé que es un lugar común, pero es la mejor comparación que pude encontrar para el nosotros.
¿Entiendes lo raro que es esto? tú y yo no somos nada. Nunca seremos nada. Si somos todo... ¿viste el truco? sé que te gustan los juegos de palabras. Sabes que me gusta que juegues con las palabras. Parecemos dos niños descubriendo algo nuevo, pero nada de esto lo es. Es la misma historia que se repite y se repite y me altera que me digan que giro sobre un eje. Te lo dije. Hablaste de aceleración, aunque yo no entiendo de eso. Este es mi eje. No me importa. Esto somos nosotros ¿Viste por qué eres diferente? porque te cuesta decirme la verdad y de todos modos lo asumo, lo acepto y sigo. Sigo intentando creerte y que seas lo que eres para mí porque significas tanto que incluso soy capaz de dedicarte el tiempo que no me sobra, por el simple hecho de sentir que estoy contigo. De todos modos sé que no es posible. Son esas cosas locas que no pasan porque no tenemos tanta suerte. Menos tú. Menos yo.
Y yo sé que después vas a leer esto, que notarás que es para ti, que no vas a tener las agallas para preguntarme porque nunca las tienes y te haces el loco, finges que nunca entiendes indirectas. Sino las entiendes por qué tienes el presentimiento de que esto va para otro lado. No me malinterpretes, no es así.
¿Entiendes lo raro que es esto? Yo nunca escribo sintiendo, es más pocas veces escribo pensando y ahora te estoy pensando y te estoy diciendo todas estas cosas que debería decirte a la cara, pero no se me da porque no sé hablar bien o porque falta mucho para vernos frente a frente, quizás nunca. Quizás, es más, me quede con las ganas de mirarte a los ojos y ver si encuentro ahí lo que encuentro ahora en esto que estamos creando. No malentiendas, no es eso. Esto no es amor porque ya me enfermé del amor. Mientras más amas, más te duele caer y no quiero seguir cayendo ni que caigas tú ni que creemos un edificio para saltar y me digas que soy posesiva porque no te dejo ir mientras golpeamos el cemento. No soy posesiva. Tú no eres mío. Ese es el punto.
En todo caso me cuesta ver qué sigue y no soy muy buena lidiando con lo desconocido. Esto no tiene mucho sentido, nunca lo tiene. Me cuesta visualizar esto en un tiempo más, pero siempre me ha costado. No nos daba más de un par de meses y ya nos ves. Tampoco parezco ser muy buena con el optimismo. Menos tú. Menos yo. No tenemos tanta suerte. Me gustaría seguir escribiendo y decirte tantas cosas, pero no sé si es apropiado ni si te interese aunque digas que sí, pero yo te creo la mitad y las cosas a medias no son tan buenas. En todo caso, aún espero verte a la cara para terminar este cuento porque me molesta a sobremanera que te vayas así, habiendo tantas cosas que hace falta que digamos.

1 comentario:

Alejandra Brito dijo...

a veces pensamos parecido o nos ocurre algo similar :O me gusto.
adry cambie de link, ahora el blog es http://multicolorexistir.blogspot.com
siguee escribiendoo :D